El
ratonero bodeguero andaluz es una
raza canina española de pequeño tamaño oriunda de
Andalucía Occidental, especialmente de la
provincia de Cádiz. Su nombre proviene de la principal función de dicha raza en las bodegas del
Marco de Jerez: la caza de ratones que se esconden entre las
barricas.
Origen
El origen de esta raza se encuentra en los perros
terriers de los comerciantes vitivinícolas ingleses que se asentaron en la zona de crianza del
Marco de Jerez (
Jerez de la Frontera,
Sanlúcar de Barrameda y
El Puerto de Santa María) a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Estos
perros (en su mayoría
fox terrier de pelo liso) se cruzaron con los que se utilizaban en las
bodegas y
cuadras para eliminar las
ratas y
ratones que se encontraban allí.
1 El resultado fue la obtención de
perros muy dotados para la
caza de
roedores y alimañas, que fueron cruzados entre sí y que pronto alcanzaron una gran homogeneidad. El color seleccionado fue el
blanco, ya que esto hacía más fácil distinguir a los
perros dentro de la oscuridad habitual en las zonas donde desarrollaban su trabajo.
Características
El ratonero bodeguero andaluz es un
perro de tamaño mediano, mide entre 34.9 y 43 cm en la cruz, con una apariencia muy similar a la del
Jack Russell Terrier, en la medida en que en ocasiones ha sido llamado Jack Russell español. La raza es un
perro ágil, delgado y atlético, la
cabeza es triangular, con un
cráneo semi-plano. Los
ojos son muy oscuros y el Ratonero bodeguero andaluz tiene un largo
hocico y
orejas
altas. Los colmillos son largos y redondos, y todos los dientes encajan
a la perfección, superiores con inferiores. La cola es tradicionalmente
acoplada a una cuarta parte de su longitud, sin embargo, también pueden
nacer con un bobtail natural.
El
pelaje es corto y denso, que suele ser
blanco. Las marcas faciales son una mezcla de color fuego,
blanco y marcas de color
negro (conocido como
tricolor), por lo general tienen las
cejas de color fuego y siempre con una máscara melánica negra.
Reconocimiento y normalización de la raza
En octubre de 1983 el fundador de la raza, Bartolomé Benítez
Pérez-Luna, presentó los primeros estatutos de la asociación de
criadores ante el
Ministerio del Interior.
Es a partir de ese momento donde nace el Club Nacional del Perro
Ratonero Andaluz. Tras la primera toma de contacto con los estamentos
cinófilos en
Andalucía,
se crea un grupo de trabajo con el objeto de recorrer la geografía
Andaluza para la presentación de la raza, con la participación en
demostraciones de distintas
exposiciones caninas,
exposiciones ganaderas y ferias de ganado. Otro paso destacado en esta
etapa de la raza es la localización, medición y control de los
ejemplares existentes para la posterior elaboración del estándar oficial
de la raza. En este apartado cabe destacar la colaboración mostrada por
criadores de la raza como Manuel Clemente, Nicolás Domecq, Anton Mateo,
los hermanos Lavi, los hermanos Cuevas, todos ellos dedicados de una
forma u otra a la agricultura o ganadería, reducto donde se encontraba
el Ratonero Andaluz. Tras una ardua labor de control y con la
inestimable colaboración de la
facultad de veterinaria de Córdoba,
se llega a la redacción del primer estándar oficial de la raza en 1997,
el cual fue aprobado durante la asamblea extraordinaria del Club
Nacional del Perro Ratonero Bodeguero Andaluz en enero de 1998, siendo
presidente Bartolomé Benítez y habiéndose incorporado al club un grupo
de aficionados como Sebastián Guzmán, Manuel Mateo, Juan Antonio Jaén
Téllez, etc, los cuales le dieron a la raza el definitivo impulso para
el posterior reconocimiento de la misma.
Coincidiendo con el mandato como Ministro de Agricultura Miguel Arias
Cañete, el Club del Ratonero Bodeguero solicitó a este estamento el
reconocimiento de la raza. Cabe destacar que es a solicitud de esta
asociación por lo que se desarrolla y se aprueba el Real Decreto que
regula las razas caninas autóctonas y las asociaciones de criadores,
participando como colaborador y asesor de las mismas el presidente y
fundador de la raza. En septiembre de 2000, ante la presencia del
Ministro de Agricultura y la
Real Sociedad Canina de España
en Jerez de la Frontera, reconoció la raza, aprobando el estándar
propuesto por el club y englobándola en el Grupo III, sección 1ª:
Terriers de talla grande y media. La raza no está reconocida por la FCI ni por ningún otro organismo cinológico.
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